domingo, 21 de febrero de 2010

Los Aliados

Hace exactamente cuatro años, con mi hermano nos alegrábamos de que por fin una socialista verdadera, se haría cargo del gobierno. Creíamos firmemente que con ella y gracias al apoyo decidido del Juntos Podemos serian reconocidos nuestros meritos, tanto en el exilio, como en la clandestinidad en la lucha contra la dictadura pinochetista. Habíamos ido con mucho esfuerzo al exilio y aun pagando el duro precio de separarnos de nuestras familias una vez mas, habíamos aceptado las becas para estudiar y prepararnos para mejor servir a Chile y a la izquierda. Pues bien, nos preparamos, aprendimos todos los idiomas que se cruzaron, leímos todos los libros que se pudieran y además obtuvimos notables diplomas universitarios que servirían a Chile. El retorno en la hora fijada, las maletas cargadas de sueños, abandonado trabajos bien pagados y reconocidos, claras oportunidades de desarrollo y también dejando hijos de miserables divorcios jamás concluidos.

Ya sabemos que la transición fue muy mala para los comunistas, miristas, mapucistas , izquierdas cristianas, que no aceptaron ingresar a algún partido de la Concertación. Creímos que gracias a los libros que habíamos leído, a los idiomas que habíamos aprendido, y a los diplomas reconocidos por la Universidad de Chile, obtendríamos alguna posibilidad de ingresar a servir a Chile desde el estado, en algún puestito allá por los inicios de los años noventa - que sirviera para sentir que Chile o la Concertación reconocían a los suyos - pues no. Si no eras tercerista, nueva izquierda, colorín, guatón, girardista, escalonista, almeidista, del lote de Sule o del otro. Hijo de algún subsecretario, hermano de algún diputado, hijo de alguna ministra, compadre de la senadora, ex amante de la ministra, o del ministro, no tenias ninguna posibilidad de nada, pero de nada. Cero oportunidades de apitutarse en algún cargo del gobierno de centro izquierda. De nada valía que ya no estuvieras de acuerdo con la Gladys Marin, de nada servia que hubieses estado todo el día esperando frente a los tribunales por una sentencia de mierda contra el Mamo Contreras, y que para colmo después los pacos te apalearan. No, de nada servia que fueras socialdemócrata convencido, eserista de izquierda como Vicente Muñoz, de nada sirvieron que tus amigos se hubiesen muerto en la tortura y que los otros caminen aun deschavetados por las calles de Bruselas o de Estocolmo.

Llegando la Michel al poder - dijimos – Ahora si que al menos reconocerá a los suyos, los cuadros de la Concertación están tan agotados, enriquecidos, privatizados que deberá al menos por la puerta chica hacer entrar a algunos de nosotros, constantes políticos para servir a la patria y no servirse de ella. Pues no amigos míos, no fue así. Otra vez se quedaron con las ganas los viejos cuadros, que aun están en la edad mediana para aportar, nadie los llamo. Ni en el más paupérrimo de los gobiernos concertacionistas tuvimos cabida, ni siquiera la gordi de la RDA que era compañera tuvo la bondad de ordenar para abajo que nos pescaran un poco.

Ahora se irán y están preocupados, se que las contribuciones por las parcelas en Calera de Tango han subido y que Tesorería esta muy aguja con los morosos - Ahora me llaman, y también a mi hermano y a varios economistas, médicos, ingenieros y amigos que nunca han ni boleteado para el gobierno en estos 20 años. Quieren que nos sumemos a la oposición. Hacérsela cortita a la derecha. Que no nos perdamos, el enemigo es uno solo. Que lo comunistas ahora tienen tres diputados, yo ya no soy militante comunista desde hace muchos años, he votado Juntos Podemos de manera cruzada, sigo siendo marxista en mi análisis de la sociedad y he seguido leyendo nuevas propuestas que hagan de esta vida un lugar mejor para los mas jodidos. Pero de ahí a que ahora quieran chantajearme con este presidente insólito, y que debo luchar para que las cosas vuelvan a ser las de antes de la primera vuelta…hummmmm- No instituyo.

De ahí que creo que si Piñera quería hacerles pasar un susto a la Concertación, no debió caer en el infantilismo de derecha de intentar colocar un girardista en su gabinete, sino mas bien a un par de vigentes hombres de izquierda que le aportaran una mirada diversa y porque no – que definitivamente acabaran con la transición con su sola presencia.