lunes, 17 de agosto de 2009

Carta de un amigo Hondureño

Ya antes del 28 de junio el proyecto de la cuarta urna había dejado de pertenecer a Mel Zelaya, la mayoría de la población hondureña la había hecho suya. En el segundo país mas pobre de América Latina, ese proyecto democratizador fue abrazado con altísimos niveles de simpatía, algo que provocó terror y pánico dentro de los reaccionarios círculos de la oligarquía hondureña. La historia la hacen los pueblos, y sus personajes están determinados por el propio acontecer histórico. En este momento el pueblo hondureño se bate en una resistencia diaria contra los golpistas que reprimen salvajemente a masas desarmadas, que lo que piden prioritariamente es el retorno a la constitucionalidad para crear un marco legal que permita convocar a la asamblea constituyente con la que Mel Zelaya les estimulo soñar. El ”Frente Nacional de Resistencia” coincide con la comunidad internacional en que el retorno a la institucionalidad comienza con el regreso de Mel Zelaya al Ejecutivo, pero el frente también plantea que el retorno condicionado de Mel Zelaya, como lo plantea el "acuerdo de San José", limitando la convocatoria a la asamblea constituyente, no resuelve las contradicciones de la lucha actual. El solo retorno de Mel a la presidencia, como aquel presidente que se inició en enero del 2006, no tiene sentido para el pueblo hondureño. Como miembro de la oligarquía, Mel es dado al histrionismo, pero tiene el mérito de haberse sensibilizado con los olvidados de la sociedad hondureña.
Tiene el mérito de haber enfrentado a aquellos (los grupos fácticos) a quienes debió haber protegido por sus intereses de clase, y gran mérito es que asumió esa posición estando en el poder y no en la llanura, al contrario de un montón de oportunistas que en el pretérito se rasgaban las vestiduras hasta por la revolución mundial y una vez que se entronizaron profesionalmente en algún trabajo que les brindara las comodidades burguesas comenzaron a padecer de amnesia. La lucha actual de la resistencia podría ser destruida, utilizando desde la represión hasta el terror psicológico, pero el regreso o no de Mel Zelaya, no podrá eliminar ese sueño que ahora se ha convertido en un derrotero del pueblo hondureño.

sábado, 15 de agosto de 2009

Tema Indígena

El estado debe hacerse cargo de este tema definitivamente. La situación se complicara enormemente. Los tiempos han cambiado, nadie en el mundo comprende que un país más que emergente tenga a sus pueblos originarios acorralados y obligados a la miseria. Nada de lo que se les prometió con el regreso de la democracia se ha cumplido, no ha sido posible acabar con el aparthied en el que viven. Estos gobiernos han sucumbido al chantaje de la derecha y a sus vetustos conceptos de patria. Somos una nación multicultural, Collas, Kawashkar, Mapuches, Aymaras, Quechuas, Rapanuis. Todos han aportado y aportan a una nación única como Chile. El estado debe hacerse responsable por todas sus minorías y protegerlas. La ley que se aplica a los pueblos indígenas es para nosotros culturalmente occidentales, no para ellos. Entendamos que es así en todas las naciones avanzadas. No es ni bueno ni malo es diferente. ¿Ustedes conocen Padre de las Casas?, los niños descalzos en el barro durante los inviernos, la miseria, los malos sueldos, ni siquiera podemos hablar de integración, asimilamos a los gringos - no a los indígenas-. Crean esto : hemos sido crueles y despiadados-, basta leer algunos de los comentarios publicados en los blog de El Mecurio o La Segunda por estos días y se darán cuenta. Malas tierras, malos programas de desarrollo, racismo, burlas de los chilenos brutos que lo único que poseen es un apellido español de algún aventurero que se bajo de un barco miserable. Eso existe, y es muy cruel seguir aceptándolo. Las empresas han ganado dinero en las tierras que no eran de ellos, han absorbido toda el agua alrededor de los pinos que solo les sirven a ellos. Los predios no usan mano de obra indígena por racismo y miedo a lo diferente. Reconocimiento, agradecimiento por los legados culturales, que son los únicos auténticamente nuestros, respeto a su cosmovisión- ¿es mucho lo que piden?

El Apriete

Desde hace un tiempo la lucha por la Presidencia y los cargos en el parlamento han sido la prioridad, un manjar estigmatizado, sólo permitido para la clase privilegiada y líderes carismáticos. La presidencia ha sido una de las comodidades más tentadoras.

Con el binominal, los aspirantes a La Moneda y a otros cargos en el parlamento tienen que sortear y danzar con lobos dentro y fuera de sus partidos, cual torneo de chueca a palos y cabezazos se van eliminando uno a uno, ahora hay que agregar que también se lleva a cabo este combate con injurias, animadversiones, y una cascada de difamaciones que van desde ser comunistas de mierda, mal nacidos, pasando por canallas, mentirosos, traidores, incluyendo sacarse la madre entre partidarios y protagonistas en esta carrera de obstáculos donde hasta la esperanza del país es subastada, y se le vende al pueblo para levantar a los deprimidos y miserables,

Pero más allá de los perversos rituales que se siguen en la política nacional, de la cual sólo queda la sociedad perpleja, y espasmódica, con líderes que roban ideas y tiempos y sumergen a la sociedad en atroz incertidumbre, mequetrefes que velan por los verdaderos intereses de los políticos, que no se arrugan en perforar los cerebros de muchas buenas personas con un fin oscuro y el ancestral instinto depredador con la única meta de lograr el poder.
Lejos quedaron los discursos demagógicos y retóricos con los que se alzaban los políticos, ahora están las implacables acusaciones, la venenosa calumnia, se trata de métodos atemorizantes, la técnica habitual del totalitarismo, con asfixiantes consignas propias de las tribus que forman los partidos políticos, donde el cultivo de valores, la reunión colegiada y académica, donde las reglas de urbanismo están extraviadas, ésta es la sucia realidad de la cochina política de nuestros ambiciosos políticos en Chile.

En Chile desde hace mucho tiempo los políticos representan la desfachatez sin el mínimo decoro ético y nosotros ahogándonos en el aversión que provocan sus acciones, Piñera, y todo el cardumen que lo rodea tratando de comerse o tragarse La Moneda, eso sí, siempre garante irá la familia, no faltarán los discursos populistas, un populismo llorón de reconciliación política, más falsa qué un billete de 50 lucas.

Con su campaña comprara La Moneda y el rencor gobernara.
Sin embargo, esta el otro discurso, el tangible, el callado, el que Piñera realiza con actos de corrupción, toda una obra lasciva, el que desgarra al pueblo por la impotencia que produce la impunidad. Y que no quieren definitivamente sacar a la luz por miedo a extralimitarse en este gran negociado del reparto los que pueden hacerlo.

Ahora andan muchas bandas y clanes desaforados, peleando como perros de malos vecinos. Y lo que más lástima causa es que todo esto, la carrera, los pleitos y todas las aberraciones, usufructos que se hacen para lograr la Presidencia se hace a espaldas del pueblo o con su beneplácito ignoto. Permitiendo que la derecha parasitaria se tome el ultimo bastión que le falta, La Moneda.

CM

jueves, 13 de agosto de 2009

Carta a un amigo Hondureño

¿Sabes? es como dice la canción de Milanes sobre el que hizo mucho y poco, con el paso del tiempo he empezado a sentir un cosquilleo de orgullo cuando rememoro esa época. Con los años me he encontrado con compañeros de esos tiempos y muchos me recuerdan como alguien que era diferente en muchas cosas, ese niño que era, me mira y seguro me pregunta si después de los años he sido digno de el y de sus sueños. En una vieja foto en las afueras de La Moneda cuando Allende llamo a parar el primer golpe de estado el 29 de junio del año 73, me reconozco entre la muchedumbre que protegió La Moneda, ese día llovió a mares e hizo un frío de mierda. Por la tarde me escape y fui a la casa de mis abuelos a cambiarme ropa y pedirle unos cigarrillos a mi abuela, en ese tiempo fumaba. Cuando estaba por volver a La Moneda pasó mi madre y quería impedir que saliera ya que evidentemente era peligroso. Fui querido Gustavo tan elocuente en la defensa de lo que yo creía justo que nadie impidió que volviera a la plaza, a la lluvia, el frío y los cantos. Seguro que también y menos épico hacia alguna compañerita de la que estaba enamorado. A lo que voy es que esos niños hondureños cuando pasen los años se preguntaran ellos y sus hijos si en esta hora aciaga de Honduras ellos fueron dignos hijos de ella, así que es un orgullo para los viejos ver a esos niños en la calle luchando por el respeto a la democracia, ya que como decía Allende el ser revolucionario es hasta una necesidad biológica en los jóvenes. Gracias por acordarte de mi, yo también tengo tantos recuerdos tuyos, las historias que durante horas nos contábamos al vapor del té ruso-. son parte de mi, y ojala podamos recordarlas juntos alguna vez.