miércoles, 20 de enero de 2010

La Nueva Oposiciòn


Ricardo Lagos está ya en la última etapa de su vida, un periodo en el que uno deja de competir y gana libertad para decir la verdad, una etapa en la que, como despedida de nuestra estancia en la Tierra, debemos hacer cosas nobles, capaces de ayudar al prójimo y de dejar un legado positivo en la Historia. Es el momento propicio para que un viejo estadista como Lagos preste a Chile y a los chilenos un último gran servicio, denunciando al gobernante que hemos elegido por error, y no felicitarlo en nombre de un republicanismo que nadie valora, Piñera nos conduce hacia el abismo y que, cargado de arrogancia, ni siquiera siente escrúpulo alguno cuando nos engaña hasta el infinito, cuando alimenta la codicia, el enfrentamiento y la disgregación, cuando impulsa la caída de los valores y avanza inconsciente hacia la derrota de Chile como nación.

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