domingo, 25 de abril de 2010

EL Padrino


Mis amigos y familia saben que me encanta ver de tiempo en tiempo El Padrino, es algo que me gusta demasiado. Las mujeres sobretodo no comprenden que es lo que a nosotros los hombres nos ocurre con esta película y sus personajes. Yo tampoco lo se, aunque después de tanto tiempo intentare contar y contarme lo que me pasa al ver a Michael o a Don Vito a Sony o a Tom, juntos, en reuniones de negocios, en toda confianza y totalmente relajados con un vaso de strega en la mano.

Creo que es eso lo anhelamos en un mundo tan jodido como en el que nos toco vivir, lealtad ,familia unida, devociòn, todo esta claro en el viejo mafioso criminal de mierda y su adorable prole. Su familia, su entorno incluido donde todos pobres y ricos son para el matón de la Piccola Italia iguales, gozan de la protecciòn de ese hombre justo y sencillo, antecesor del colombiano Escobar a quien le falto modestia y un hijo como Michael Corleone. Don Corleone es un gran padre, criminal, machista, un hombre para quien la amistad, la lealtad, y la familia son las grandes virtudes, que tiene un código de honor, que lo hace despreciar el tráfico de drogas, al paìs donde vive y mantiene una moralidad sexual de siciliano beato.


Don Vito detesta la política y lo más probable es que si se hubiese quedado a vivir en Sicilia hubiese sido un killer de la Cosa Nostra, fascista y probablemente democratacristiano. ¿Qué carajo nos fascina de la película? la violencia sin medida, esa que nos asalta en medio de la noche cuando recordamos las ofensas de nuestros enemigos, familiares, o amigos. En medio de la noche inventamos mil maneras de vengarnos, pero solo el amanecer disipa esas aventuras sangrientas, casi oníricas, dejandonos un sensaciòn de cansancio y cobardia.

En cambio el viejo y su familia no trepidaran en asesinar, chantajear, y repetirnos hasta el cansancio en voz de los Corleone que los motivos de eso mafiosos son solo negocios, nada es personal, cuando en el fondo todo es personal ya que ellos no perdonan la mas minima ofensa por muy antigua que sea. Asì es, no me contradigan, yo que me he leído no se cuantas veces la novela y en distintos idiomas para captar los detalles, que soy capaz de repetir de la obra, frases enteras que nadie reparo jamás. Esa es la cuestión, y no insistan. Ya que como le preguntaba el hijo prodigo a su padre Don Vito - Enséñame Padre a decirle no a las personas que amamos. El Padrino le respondía que había que lograr que los seres que uno amaba no le pidieran cosas imposibles. Lastima que ni mi mujer ni mis hijos hayan leído esa magnifica novela.

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